Joan Fuster – Institució Alfons el Magnànim

    Joan Fuster

    Joan Fuster

    Joan Fuster i Ortells, es una de las figuras más relevantes de la intelectualidad valenciana del siglo XX. Fuster fue el ensayista valenciano más importante de las generaciones de intelectuales surgidas después de la Guerra Civil Española. A partir de la década del 1960 fue una figura clave en el debate sobre la identidad valenciana.


    Tras ejercer un tiempo como abogado, comenzó como columnista y crítico literario. Su primera pieza fue, Vint-i-cinc anys de poesia valenciana, publicada en el diario Las Provincias. Ejerció de codirector, junto a Josep Albi, de la revista Verbo. Sus primeros libros, poemarios -Sobre Narcís (1949), Ales o mans (1949), Terra en la boca (1953) o Escrit per al silenci (1954)- se fueron compaginando con artículos sobre temas culturales, en los diarios de Valencia Levante y Jornada.


    En 1962, con su obra más reeditada, Nosaltres els valencians, se adentró en la forja de la identidad cultural valenciana. El País Valenciano (también de 1962) le valió una campaña de descrédito que llevaría a numerosos diarios a vetar sus colaboraciones, polarizando a afectos y desafectos a sus opiniones políticas y sociales y llegando al extremo de hacerle sufrir dos atentados.


    La obra de Fuster, además de ser diversa en cuanto a temas, también lo es en cuanto a técnicas y géneros. Usó, sobre todo, la forma del ensayo largo, pero también el aforismo Judicis finals o el dietario íntimo Indagacions posible, Causar-se d'esperar. Crítico, escéptico y con humor corrosivo y autoironía relativizando. De los escritos de historia y crítica literaria hay que destacar los estudios sobre San Vicente Ferrer, Isabel de Villena, Ausiàs March, Joan Roís de Corella, entre otros. Como historiador de la lengua destaca su colaboración en el segundo volumen de la Historia de Cataluña. También colaboró con artículos sobre el País Valenciano a la Grande Enciclopèdia Catalana.


    Fuster fue catedrático de la Universitat de València y Doctor Honoris Causa por la Universidad Autónoma de Barcelona y por la Universidad de Barcelona,  fue miembro asimismo del Instituto de Estudios Catalanes, del Consejo Valenciano de Cultura y de la Institución Valenciana de Estudios e investigaciones, llegando a dirigir el Instituto de Filología Valenciana. De 1987 a 1991 fue presidente de la Associació d’Escriptors en Llengua Catalana. Recibió numerosos galardones, comenzando por el Premi dels Jocs Florals de la Llengua Catalanacelebrats a l’exili (1950). En 1972, se creó el premio de ensayo que lleva su nombre. Fue distinguido, asimismo, con el Premi d’Honor de les Lletres Catalanes (1975), con el Premi de les Lletres del País Valencià (1981) y con la Medalla d’Or de la Generalitat de Catalunya (1983). Un año después, el Ayuntamiento de Sueca lo nombró Hijo Predilecto.


    En 1993 la Universidad de Valencia creó en su honor la Cátedra Joan Fuster, dedicada a actividades de investigación y difusión en torno al escritor. A título póstumo, el Consell de la Generalitat Valenciana le concedió la Alta Distinció al Mèrit Cultural.