Seiscientos años de la muerte de Bonifacio Ferrer

    • Fecha:13-02-2017
    • Hora:13:30
    • València
    Seiscientos años de la muerte de Bonifacio Ferrer

    Bonifacio Ferrer (1350–1417) nació en la ciudad de Valencia, en donde estudió Leyes, y Teología, Derecho Canónico y Civil en Perusia (Italia). Ocupó cargos públicos de cierta relevancia, fue nombrado a las Cortes del Reino, ejerció de profesor de Derecho en Valencia (1376). Su peso político le llevó a ser concejal de su ciudad natal y al cargo de asesor del Justicia. Aunque su figura siempre quedó eclipsada por la de su hermano, Vicente Ferrer, a causa de la enorme popularidad del santo, gracias a sus sermones, sus milagros, y al gran peso político que tuvo durante el famoso Compromiso de Caspe, jugando sus piezas, como jefe de la delegación valenciana al cónclave, a favor de la entronización de la Casa de Trastámara al mando de la Corona de Aragón.

    Bonifacio casó en el año 1382 con Jaumeta Despont, miembro de una de las familias más destacadas de la Valencia de aquella época, con la que tuvo dos hijos y nueve hijas, pero perdió a su familia víctima de la gran epidemia de peste que asoló el Reino de Valencia a finales del siglo XIV.

    Gracias a su esfuerzo y reconocimiento como jurista, consiguió extender su fama ante litigios complicados y pudo lograr un importante patrimonio que le permitió comprar el Señorío de Alfara del Patriarca con su formidable palacio gótico, en donde fijó su residencia y en donde solía recibir a menudo a su hermano Vicente cuando regresaba de sus viajes.

    Aunque de nuevo los negros nubarrones truncaron su destacada vida jurídica y representativa en la ciudad que le vio nacer. La amenaza de la Inquisición hizo acto de presencia, y como tantos otros judíos y conversos, padeció el azote de la represión religiosa de la época, después de ser condenado en juicio a siete años de prisión por una delación anónima en relación a los orígenes de su familia, debida posiblemente a la consabida envidia por sus éxitos económicos y políticos.

    Bonifacio, cansado de injusticias y sufrimientos, acabó por renunciar a la vida terrenal e ingresó en la Orden de los Cartujos en el año 1396, pasando a formar parte del cenobio del Convento de Porta Coeli, en donde pasó de ser novicio, a maestro de novicios, procurador y finalmente prior de la Cartuja, gracias a su capacidad y experiencia en la vida civil.

    En el año 2013 la IAM editó el magnífico libro dirigido por Alfonso Esponera Cerdán sobre Bonifacio Ferrer, en un intento de rememorar su figura, y aportar un poco de luz sobre su vida. En el que se incluyeron documentos escritos por José Teixidor, Vito-Tomás Gómez, Miguel Llop Catalá, Ildefonso M. Gómez, Ximo García Borrás y José R. Molins Cabo.