«Sols vaig beure un glop de vida». Conversaciones sobre Emily Dickinson
La Institució Alfons el Magnànim - Centre Valencià d'Estudis i d'Investigació organizamos, junto a Publicacions de la Universitat de València, el acto «Sols vaig beure un glop de vida. Converses sobre Emily Dickinson» que se celebrará dentro de la programació de la Plaça del Llibre de València el próximo sábado 29 de octubre a las 19.00 horas. El evento contará con la participación de Carme Manuel i Vicent Berenguer.
Emily Dickinson (Amherst, Massachusetts, 1830-1886) siempre vivió en la casa familiar de la Calle Mayor de un pueblo de interior del Estado de Massachusetts, en la región cultural e histórica de Nueva Inglaterra. Su padre era un abogado de prestigio, juez, representante político y tesorero del Amherst College, fundado a su vez por su padre, el abuelo de Emily, un centro con la intención de preservar la tradición y formar maestros y predicadores que extendieron la fe en la ortodoxia. La madre de Emily fue siempre una persona discreta, cariñosa con los tres hijos: Austin, Emily y Lavinia. Austin se casó con Susan Gilbert, la Sue de los poemas, y Lavinia, igual que su hermana, pasó su vida dedicada a las tareas domésticas y familiares, y tampoco se casó.
Emily, terminada su etapa de enseñanza, permaneció sin salir del domicilio y, a partir de un día, de su habitación hizo su mundo. Antes solamente hizo unos breves y cortos viajes. La correspondencia que mantuvo desde entonces con parientes y amistades, entre estas su cuñada, fue la única relación con el exterior, compuesta por un millar de cartas y notas.
Mujer culta, con un conocimiento profundo de muchas disciplinas, leyó y se inspiró en la Biblia, en la observación de la Naturaleza y en autores como por ejemplo Shakespeare, los poetas metafísicos, John Milton, William Wordsworth, John Keats, Ralph W. Emerson, y en autoras tales como Charlotte, Emily y Anne Brontë, Elizabeth Gaskell, George Eliot y, especialmente, en Elizabeth Barrett Browning.
Emily Dickinson escribe una poesía independiente de los románticos y de los contemporáneos, el suyo es un estilo muy libre, con una sintaxis y una puntuación peculiares, hace muchas elipsis, corta periodos con guiones, utiliza las mayúsculas cuando quiere dar importancia a una palabra, etc. Aun así en estos versos de ritmo admirable todo funciona al servicio del poema, con gran sentido de la experimentación léxica y de la ironía. Es en los poemas cortos, que son los más, donde mejor se constatan todos estos efectos.
Después de su muerte se publicaron un centenar de poemas, gravemente manipulados para facilitar su comprensión, y no fue hasta el año 1955 en que T. H. Johnson preparó toda su obra inédita cuando la poeta empezó a leerse con el reconocimiento que se merece. Esta traducción, que ha seguido la posterior edición completa realizada por R. W. Franklin, hace accesible en catalán por primera vez la obra poética completa de Emily Dickinson. Y sin duda la lectura de la diversidad de tonos y temas del mundo dickinsoniano hará disfrutar y valorar este extraordinario legado de tres décadas de vida y poesía.
El Magnànim acaba de editar una traducción de la poesía completa de Emily Dickinson de acuerdo con la edición de R. W. Franklin que comprende 1.789 poemas, datados entre 1850 y 1886, de esta poeta prácticamente desconocida en vida, tanto en Estados Unidos como el resto de mundo. A partir de su divulgación regular en el siglo pasado, Emily Dickinson ha obtenido cada vez más reconocimiento por la singularidad de su poesía, así como por su compleja personalidad humana a medida que se la conoce y más se la estudia.