Ayer, las golondrinas

Ésta es una novela escrita al límite: de la biografía, de la pasión, de la historia, de la existencia. Porque Pedro J. de la Peña se ha dejado un trozo de sí en una trasciende géneros para convertirse en una experiencia narrativa insólita dentro del panorama actual de nuestras letras. En ella, asistimos al devenir existencial, turbulento, apasionante, de Gustavo Adolfo Bécquer. Ahora bien, no al del Bécquer arquetípico, de manual de literatura, sino al de un Bécquer desconocido, demasiado humano tal vez, lleno de contradicciones, rico en matices. Como la vida misma.
Y Pedro J. de la Peña aborda su figura, su mundo, desde una perspectiva audaz, enfrentándose sin reservas a un mito poderoso. Por ello, pronto percibirá el lector la fuerza narrativa, vital incluso, que subyace en cada línea. Porque Ayer, las golondrinas es una novela contada con la maestría de un escritor curtido en mil y una batallas, de hondas raíces poéticas que confieren a la obra una atmósfera muy particular que, sin embargo, no impide que el autor despliegue una prosa depurada y precisa como pocas.
De la conjunción de los anteriores elementos no puede sino nacer una obra que nos descubre las luces y las sombras de un Bécquer inédito. Y, quizá, nos descubre las luces y las sombras de la realidad. A fin de cuentas, el lado oscuro del corazón.