El arte dramático en Valencia. (Volúmen 2)

En el "Prefacio" que Henri Mérimée pone al frente de El arte dramático en Valencia, formula su propósito en estos términos: "Amores propios locales han reivindicado para Valencia la gloria de haber sido la primera en realizar el tipo nacional de comedia. ¿Le reconoceremos ese título de iniciadora, o bien constataremos que, si la actividad dramática se manifestó durante el siglo dieciséis en las diversas capitales de las Españas, las formas de esta actividad fueron por doquier semejantes? ¿Habrá que proclamar la preeminencia de Valencia, o devolverla a su rango, que, en cualquier caso, seguirá siendo uno de los primeros? El presente libro intenta, mediante una paciente investigación, responder a esta pregunta".

El presente volumen contiene las tres primeras partes de la obra. En la primera se estudian los orígenes del teatro religioso, desde los entremeses o roques a los misterios asuncionistas, y los del laico, con especial referencia al Coloquio de las damas de Juan Fernández de Heredia y a El Cortesano de Luis del Milán, deteniéndose en el examen de los elementos italianos y castellanos que dejaron sentir su influencia en la corte del duque de Calabria, donde estos y otros autores florecieron.

En la segunda parte, que trata del teatro profano y del religioso a partir de mediados del siglo XVI, se nos muestra en toda su complejidad humana y literaria la figura de Juan de Timoneda, su principal representante, junto a una minuciosa descripción del ambiente teatral de la Valencia de ese tiempo. Como autor de teatro religioso, a instancias del patriarca Juan de Ribera, Timoneda introduce en Valencia los autos, género cultivado también, entre otros, por Jaime Ferruz.

Finalmente, en la tercera parte vemos aparecer el teatro académico de la mano de Lorenzo Palmireno, que anuncia ya el próximo triunfo del tipo nacional de comedia, y la tragedia pseudo-clásica, con las obras de Rey de Artieda y de Cristóbal de Virués.

Tras el estudio de los orígenes y evolución de los distintos géneros teatrales, objeto de las tres primeras partes de El arte dramático en Valencia que contiene el primer volumen de la presente edición, en esta parte cuarta y última se describen la aparición, el desarrollo y el posterior declive de la comedia en dicha ciudad en un período que abarca el último tercio del siglo XVI y primeros años del XVII. La detallada relación de las circunstancias históricas que concurrieron a configurar la vida literaria valenciana de la época recoge el papel que jugaron en ella los certámenes poéticos, las academias (principalmente la de los Nocturnos), y, por lo que se refiere a la formación de la comedia, la importancia que en ello tuvieron los elementos tomados del teatro popular o de la tragedia clásica, además de la acción personal de Lope de Vega en sus dos estancias en la ciudad, donde ejercería desde entonces una influencia persistente. La actividad del teatro de la Olivera, la existencia de numerosas compañías de cómicos, las publicaciones de comedias y las teorizaciones sobre el género de Ricardo de Turia y de Carlos Boyl son, entre otros, los componentes del ambiente en que emergen los nombres señeros del canónigo Tárrega, de Gaspar Aguilar y, sobre todo, de Guillem de Castro, todos ellos estudiados aquí por extenso.