El món en un plec

Dado el desarrollo que la imprenta y las artes gráficas consiguieron en Valencia, los diversos estudios sobre la literatura popular en España señalan la necesidad de recopilar y estudiar los pliegos de cordel dispersos por sus bibliotecas. Las características de los pliegos no han favorecido su conservación y han sido las donaciones de bibliófilos y coleccionistas, a las bibliotecas públicas, las que han hecho aflorar un corpus considerable de textos cuyo estudio permite esbozar una aproximación a la literatura popular de los siglos XVIII y XIX.

Escritos tanto en castellano como en valenciano, los textos, difundidos por ciegos y recitadores de calle, dejan entrever no sólo los gustos y las preferencias del público que los consumía, sino también la utilización que de estos géneros se hacía, por parte de autores más ilustrados, para ganar la simpatía del pueblo hacia determinadas causas, no exentas de ideología, o para conseguir su participación en determinados acontecimientos.

Más allá de su contenido, los pliegos de cordel fueron utilizados por el pueblo para aprender a leer, fueron refugio de la lengua autóctona en un periodo de decadencia y contribuyeron a nutrir la "vena subterránea del teatro valenciano" al que Joan Fuster.