València, la construcció d'una ciutat

En el contexto de la Geografía Urbana, el análisis del proceso de crecimiento de la ciudad de Valencia nos trae a precisar, ante todo, el marco espacial que la define y caracteriza. Valencia es una ciudad mediterránea, y esto significa situarla en unas coordenadas geográficas precisas que han incidido en su evolución histórico-cultural y económica. Lugar central dentro del País Valenciano, ha polarizado para sus adentros gran parte del crecimiento humano y material que ha experimentado. Así Valencia, en un ámbito metropolitano que preside la jerarquía urbana del País, se ha sido difundiendo desordenadamente por un entorno comarcal en el cual se repiten los mismos errores y donde se observan deficiencias parecidas. Situación resultante de unas previsiones planificadoras desbordadas por la realidad del cambio en las estructuras demográficas y socioeconómicas. Pero fundamentalmente es el producto de las interferencias creadas en la gestión urbanística por parte de los elementos distorsionadores. A raíz de la segunda mitad de este siglo, cuando la opción urbana está logrando un predominio total y preferencia como manera de ocupación del espacio, las fuertes presiones sobre el mercado del suelo para usos varios (residencial, industrial, de infraestructuras), favorecerán un crecimiento urbano disgregado y disgregador. Al amparo de una legislación permisiva o insuficientemente estricta y clarificadora, Valencia, en la línea otras ciudades españolas, se dedicará a consumir espacio como respuesta a las exigencias de su dinámica demográfica y funcional. La ciudad logra un protagonismo considerable como centro inmigratorio del País Valenciano en conexión con su orientación industrial y su acusada tercerización.